Duplex en Irún
Con la llegada de un nuevo miembro a la familia, surgió la necesidad de una tercera habitación, lo que llevó a replantear la distribución original del hogar. El proyecto consistió en dividir dos amplias habitaciones para dar lugar a un tercer dormitorio, asegurando un equilibrio entre funcionalidad y armonía en el espacio.
Aprovechando la reforma, se llevaron a cabo mejoras adicionales, incluyendo la renovación del baño y las escaleras. Para optimizar la entrada de luz natural, se incorporó un vano de vidrio que aporta mayor luminosidad y amplitud a la vivienda.
Además, se buscó unificar la estética general del hogar, alineándola con los gustos actuales de la familia. A través de una cuidadosa selección de iluminación, mobiliario y papeles decorativos, se logró un ambiente moderno y acogedor.
El diseño no solo responde a las necesidades de funcionalidad y almacenamiento, sino que también cuida cada detalle decorativo, creando espacios personalizados donde cada miembro de la familia se siente identificado en su propio entorno y cómodo en las áreas comunes.